Más de 5000 personas visitaron la Feria de Editoriales y Cultura Gráfica “Invierno”, en Mar del Plata

La cuarta edición de Invierno se realizó el 21 y 22 de junio en el Centro Provincial de Las Artes. Participaron editoriales pequeñas, medianas, artesanales, industriales, alternativas, independientes y proyectos gráficos de todo el país.

,

“Calculamos que más de 5000 personas visitaron la feria este año. Eran dos salones enormes que estuvieron todo el tiempo bastante cargados. Todas las charlas estuvieron a sala llena”, contó a Señalador Esteban Prado, escritor y editor de la librería y editorial El Gran Pez que, junto al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, organiza la interdisciplinaria Feria de Editoriales y Cultura Gráfica “Invierno”.

La cuarta edición de Invierno, que se realizó el 21 y 22 de junio en el Centro Provincial de Las Artes (Teatro Auditorium), ubicado en Av. Patricio Peralta Ramos 2280, Mar del Plata, reunió a editoriales pequeñas, medianas, artesanales, industriales, alternativas, independientes, que publican clásicos, nóveles, estrellas y ocultos, y proyectos gráficos de todo el país.

“En esta edición hubo un cambio importante: duplicamos la superficie de la feria propiamente dicha. Esta vez tuvimos 126 stands, en lugar de los 90 que tuvimos en ediciones anteriores, y participaron 149 editoriales y proyectos gráficos, como serigrafía, ilustradores”, detalló Prado. La mejora se debió a que el año pasado el lugar había quedado incómodo para la circulación y este año, de yapa, contaron con un salón con vista al mar.

Entre las editoriales que participaron, estuvieron: Ampersand, Bajo la Luna, Barba de Abejas, Batalla de Ideas, Bosque Energético, Calibroscopio, Club Hem, Caja Negra, Chocho, Concreto, Ediciones Bonaerenses, El Gran Pez, El Mismo Mar, Fábrica de Estampas, Fiordo, Godot, Hotel de las Ideas, La Flor Azul, La Parte Maldita, Lecturita, Letra Sudaca, Limonero, Madreselva, Maten al Mensajero, Niño, Portaculturas, Santos Locos, Sigilo y Tren en Movimiento.

“La feria se empezó a poner en una agenda regional en la provincia de Buenos Aires y CABA, y nosotros elegimos específicamente un fin de semana largo para que esté esa posibilidad, de que la gente de repente se haga la escapada. A ojo, el público puede llegar a ser el 50% locales y 50% de gente que viene de otros lugares que se entera mientras está viniendo o directamente lo planifica”, dijo Prado.

Durante los dos días brindaron más de 20 actividades entre charlas y conversatorios, talleres para adultos y niños, gratuitos y con inscripción previa, y la proyección de dos filmes y una obra de teatro. Entre las actividades destacadas estuvieron la entrevista abierta a la autora de Cometierra y Miseria, Dolores Reyes; y otra a Martín Oesterheld, nieto del autor de El Eternauta.

“Nosotros pensamos que en el mundo del libro circulan todas las artes, todas las disciplinas, todas las discusiones. De alguna manera están en el libro.

“Muchas lectoras fueron recontra preparadas para charlar. La idea era que tuviera alguna característica de entrevista abierta y después Dolores se quedó firmando libros un rato largo”, dijo el integrante de la organización.

Y completó: “También se abrió un momento de diálogo lindo con Martín Oesterheld a quien le pedían que firmara el libro del Eternauta. Hablaron mucho de lo que significó pensar El Eternauta y el lugar que tiene en la actualidad”. 

La periodista Romina Zanellato brindó una charla sobre un mapa de las influencias de las mujeres en el rock y en el cine de los 90; y hubo una entrevista al periodista y escritor Gustavo Yuste para discernir cómo la ficción dialoga con los síntomas de la época. En paralelo, se brindaron diversos talleres de escritura; adaptación cinematográfica; historieta para chicos y chicas, entre otros.

“Nosotros pensamos que en el mundo del libro circulan todas las artes, todas las disciplinas, todas las discusiones. De alguna manera están en el libro. Hay algunas ferias que están directamente vinculadas a la literatura y en nuestro caso la idea es que la grilla y la curaduría de la programación vaya por ese lado: el ser muy interdisciplinaria”.

Respecto a las ventas durante el fin de semana en la feria, si bien desde la organización no piden una devolución cuantificada de ventas, Prado contó que “la experiencia fue un poco despareja, porque algunas editoriales dijeron que vendieron menos que el año pasado, y otras que vendieron un poquito más”.

“A mí lo que me deja tranquilo en cierto punto es saber que cuando nosotros mandamos la convocatoria el 85% de las editoriales repite. Por algún motivo vuelven y obviamente uno de esos motivos es el económico, porque tienen una serie de gastos de viaje, de hospedaje, que yo entiendo que cubren bien, porque si no es muy difícil. Si vuelven es porque venden, además de que obviamente la pasamos bien y hay una cosa muy cálida en el equipo general”, consideró.

En cuanto al crecimiento de la feria, el editor subrayó que “tiene una dimensión justa” y que “está en un tamaño ideal” que les gustaría sostener. 

“Siempre nos preguntan por la posibilidad de que sean más días y eso con la dinámica de viaje y de esta dinámica de que las editoriales tienen que sustentar todo su movimiento es muy difícil. En cuanto al espacio, nos pasa que estamos en un edificio que para nosotros es una brutalidad en términos arquitectónicos, es muy bello trabajar ahí. Tiene un aura, por decirlo de alguna manera, de un mundo que parecía que no existía más. Y nosotros estando ahí adentro decimos esto es nuestro, lo podemos usar”, concluyó.