Al igual que el Premio Hispanoamericano de Narrativa Las Yubartas, en el que doce editoriales se unen para publicar un libro, los fragmentos a través de los cuales conocemos a los personajes de Acequia, se unen y entrelazan de forma tal que cada uno van encajando en las historias y vidas de los otros. Personaje a personaje la obra de Amaury Colmenares encuentra sentido a través de cada fragmento, igual que el premio lo encuentra gracias a cada editorial que lo conforma.
Acequia es el libro ganador de la 1ra. edición del Premio Las Yubartas (2023), un premio impulsado por la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Nueva York y las editoriales Sigilo (Argentina), Las afueras (España), Antílope (México), Hueders (Chile), Pesopluma (Perú), Estuario/HUM (Uruguay), Laguna Libros (Colombia), Dum Dum (Bolivia), Severo (Ecuador), Chatos Inhumanos (Estados Unidos), más las que sumadas recientemente, Moinhos (Brasil) y Trabalis (Puerto Rico).

“El manuscrito de Amaury fue una gratísima sorpresa”, comenta Maximiliano Papandrea, editor de Sigilo. “Diez años se tomó para escribir la novela, cosa que se nota en cada página y en la compleja composición de la obra. Es una novela tan original como ambiciosa, y además divertidísima, muy bien escrita, una novela que en varios sentidos va a contracorriente de lo que se lee y publica hoy (pero que dialoga con distintas tradiciones)”, afirma el editor argentino.
Según el propio autor, Acequia es un libro de “aventuras intrascendentes que giran en torno a la publicación de un libro y las pequeñas y grandes desventuras y aventuras que tienen que ocurrir para que un libro exista”. Se dijo sobre la novela, además, que es un mosaico, un laberinto, un caleidoscopio, un espiral, un rompecabezas, una caracola.
También es una carta de amor a Cuernavaca. Porque la ciudad mexicana además de leerse como un personaje más, es de alguna manera el mismo corazón que habitan los personajes de la novela. Hay una relación muy íntima con Cuernavaca, y puede que sea justamente eso lo que hace que la novela sea universal, esa intimidad, ese calor que emanan las palabras de amor.

En las páginas de Acequia también es posible leer un tratado de humor. No sólo porque uno de los personajes es un humorista y el texto está lleno de chistes, sino porque de algún modo está entretejido como un personaje más a través de una serie de fragmentos reflexivos, y así se vuelve un hilo que atraviesa las diferentes historias.
“Escribo mucho y publico muy poco”, dice Amaury, pero confiesa que se siente seguro en su oficio. “Lo que quería era estar satisfecho con mi obra, y eso sí lo he logrado. No estoy diciendo que mi obra sea de gran calidad, eso no me corresponde a mí decidirlo; lo que sí siento es que mi obra es como me gustaría que fuera, lo que he publicado es tal como lo concebí en un principio y llegar a ese logro, materializar una inspiración, me es muy satisfactorio. Aunque no sea un éxito comercial”.
También es una novela que habla de las aventuras de publicar un libro y del mundo editorial, “Con los años de escribir me fui haciendo cada vez más consciente de la complejidad de la industria cultural en general y del mercado editorial en específico”, explica el autor al respecto, y agrega, “El ámbito de las editoriales literarias es una arena de aventuras, de tribulaciones, de exploraciones, y es muy intenso y muy interesante”.
En relación al proceso de edición de la novela, cuenta que fue muy divertido. “Me animo a decir que debe ser uno de los manuscritos más editados en el menor lapso de tiempo en la historia, porque intervinieron en un par de meses las diez editoriales. Creo que fue una especie de ablución”, afirma.
Hace unos meses dijo en una entrevista que está muy enfocado en buscar lo esencial y lo particular, tanto en la literatura como a nivel personal, y que lo más importante que tiene que hacer el ser humano para alcanzar la plenitud es justamente descubrir quién es y practicar esa naturaleza. Y en parte esa búsqueda lo lleva al humor. “Sí, el humor es descubrir un aspecto esencial de algo y regodearse en ello. Las cosas tienen varios aspectos esenciales, y hallar lo gracioso es, en mi opinión, un modus operandi muy frecuente en la juventud para explorar las cosas en la búsqueda de lo puro y lo real”.

En cuanto a cómo fue recibida la novela en tantos países, cuenta, “He recibido comentarios muy halagadores, entusiastas y divertidos especialmente de Argentina y España. Sólo guiándome por estas interacciones espontáneas en redes sociales, diría que ha gustado mucho en Argentina y siempre estaré muy agradecido de que me contacten y me cuenten qué les pareció la novela, es en verdad un regalo”. La gira de presentación de Acequia continúa en Perú, luego en Argentina, en Chile, en Bolivia y en Uruguay.
La segunda convocatoria del Premio Las Yubartas, lanzada en la reciente edición de la Feria del Libro de Madrid, está abierta hasta el próximo 1 de septiembre. Pueden participar todos los libros narrativos, incluidos aquellos que ronden sus límites: las novelas, los cuentos, los cuentos en verso, los ensayos novelísticos, etcétera. Es decir, que podrán concursar libros intergenéricos e interdisciplinarios, y también de los géneros convencionales (novela y cuento), siempre y cuando sean obras literarias y no de corte académico o informativo.
La iniciativa tiene, entre otros, el objetivo de brindar al libro ganador una plataforma de proyección y reconocimiento más amplio dentro del mundo hispanoparlante. Y en esa dirección están. En palabras de Amaury, “Este premio ha sido el mejor antídoto contra el síndrome del impostor y contra la neurosis perfeccionista: si diez editoriales independientes (es decir, verdaderamente interesadas sobre todo en el ámbito literario de la obra) dicen que tiene la calidad suficiente para ganar, yo ya no tengo mucho derecho a dudar. Es un espaldarazo perfecto para mí. Sólo superable por el gusto de la comunidad lectora, que ha sido un complemento fabuloso”.
