Malumián y López Winne anticipan la Feria de Editores: «Hoy nuestro rol es de gestores culturales»

En la antesala de una nueva edición de la Feria de Editores, sus fundadores, Víctor Malumián y Hernán López Winne, reciben a Señalador para anticipar las novedades del próximo encuentro editorial independiente.

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Víctor Malumián y Hernán López Winne, editores de Godot y fundadores de la Fería de Editores.

Este año la feria celebra su decimocuarta edición. Convertida ya en un clásico dentro del calendario editorial en Argentina, la FED se anima a seguir innovando, tejiendo lazos entre los diversos sectores del mundo del libro y ocupando un espacio desde la gestión cultural que demuestra la grave ausencia de políticas públicas para la industria editorial.

Año tras año, la feria incorporó programas, premios y concursos que apuntan a darle relevamiento y vidriera no solo a las editoriales sino también a las librerías, las bibliotecas, a traductores y traductoras, escritoras e ilustradores. En cuatro días, desde la ciudad de Buenos Aires, la FED mira al país y comienza a apuntar a la región.

En esta entrevista en las oficinas de la editorial Godot, Malumián y López Winne reflexionan sobre la actualidad de la industria editorial, realizan un balance de los años de la FED y adelantan su próximo libro, escrito a cuatro manos, que saldrá en noviembre por Fondo de Cultura Económica, la misma editorial que publicó el paradigmático “Independientes ¿De qué?”, en 2016.

Señalador (S) ¿Cuáles son las novedades de la FED este año?

VM): La novedad, para mí la más rutilante, es “Rumbo a Guadalajara”. Un premio inédito para una feria y un premio inédito para Latinoamérica en general. A grandes rasgos, el editor o la editora que gane va a poder, no solo asistir a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), una de las más importantes del mundo, con pasaje y estadía, sino que tendrá acceso a las jornadas profesionales. Además lo va a acompañar alguno de nosotros, como representante de la FED, con toda la experiencia que tenemos en el campo de trabajo, y el jurado, compuesto por Gabriela Adamo, Enrique Avogadro y Carlos Díaz. No recuerdo que haya algo así y habla mucho de la ausencia de políticas públicas también.

Hernán López Winne (HLW): Otra novedad es que este año decidimos que las ventas del programa Librerías Aliadas —a través del cual las librerías de todo el país le compran a las editoriales con un 50% de descuento— tengan envío gratuito. De esa manera, la feria absorbe el costo para motivar las compras que realizan las librerías los primeros dos días. Y también, como novedad, está la jornada de traducción “Los traidores”, que lo armamos por primera vez este año con Guillermo Piro, inspirados en la Feria de Torino, un programa diseñado para establecer una red que impulse la difusión de la literatura argentina en el extranjero.

VM: Por otro lado, si bien no es novedad, se vuelve a hacer la edición del Premio a la Labor Librera. Me gusta pensar que algún tipo de influencia tiene el premio en el crecimiento de las librerías. El Gran Pez en su momento ganó el premio, fue la primera librería y después se mudó de casa, organizó la Feria Invierno, etc. Las librerías que quedan seleccionadas como finalistas, por ejemplo Fervor en Mar del Plata o Los Confines en Villa Ballester, son publicitadas por los medios locales y, aunque no ganen el premio, eso está buenísimo porque toda la comunidad cercana puede conocer a la librería. Hay una actitud de la feria de intervenir en el rubro y en la comunidad de la mejor forma posible. Lo mismo que el premio para ilustrar el afiche oficial de la FED que hacemos con La Fuerza.

S:Uno de los temas recurrentes que suelen mencionarse en la FED es el tema del espacio, que parece quedar chico año tras año, tanto para el público como para los expositores. ¿Cómo se resuelve?

VM: Nosotros estamos muy contentos en el Complejo C, es un lugar que nos trata espectacular y nos encanta estar ahí, nos apoyan en todo. Más allá de eso, es súper complejo buscar un lugar distinto por un montón de razones. La primera se liga con la lógica de las políticas públicas. Vos ves otras experiencias similares en Latinoamérica, para no irnos a Europa, y la presencia estatal es grande. Pero porque lo entienden como una cadena de valor. La feria genera un momento de alta demanda para las imprentas, lo cual es un momento de alta demanda para los fletes, lo cual es un momento de alta demanda para los que hacen cajas y hacen cintas y así pensalo de manera extendida.

HLW: También en la misma cadena de producción editorial, porque ahí apuras libros y eso también es diseño, corrección, traducción…

VM: Entonces, el primer punto es que no tenés demasiado apoyo estatal. En segunda instancia, no hay espacios para este fin. Las opciones que te mencionan en general, o están más lejos, y entonces vas a crear una penalidad del tráfico de gente, o va a tener un costo tan excesivo que después vos no lo podes trasladar a los precios de los stands. Y la feria nunca cobra entrada y es una postura ya ideológica. Entonces tenés ahí una serie de limitantes para resolver un tema muy complejo. Además, Nación, por ejemplo, que tiene el usufructo de espacios grandes, no son la gente más amena para trabajar y para juntarse. Entonces es bastante difícil construir en conjunto. Se trata de solucionar todos los años o de mejorar. Alentamos a la gente a que, si puede, vaya el jueves o el viernes. O vaya temprano el domingo. Teniendo en cuenta que sábado y domingo por la tarde es el horario de mayor asistencia.

S:¿Cómo es la relación actual de la Feria con la gestión del Gobierno de la Ciudad?

VM: Con el Ministerio de Cultura no tenemos diálogo. Estaríamos encantados de tenerlo, pero la verdad que la experiencia del año pasado fue mala. Cuando se intentó hacer algo, fue muy desorganizado. Las comunicaciones son caóticas, es muy desordenado todo y creemos que no hay interés. En ningún momento hay una voluntad de hacer sinergia y trabajar en conjunto. Todos sabemos que este tipo de políticas culturales, cuando hay un cambio de gestión, es mucho mejor encararlas con alguien que ya lo viene trabajando. Es algo que está súper estudiado en políticas culturales. En este momento no hay voluntad. El sistema de mecenazgo funciona muy bien y nos han apoyado, lo mismo que el Ministerio de Desarrollo de la Ciudad. Laburamos muy bien con las gestiones anteriores de Cultura de la Ciudad y nosotros no tenemos ningún problema en trabajar con cualquier gestión. Entendemos que hoy el rol de nosotros dos en torno a la feria es de gestores culturales y de proveer la mejor feria posible para las editoriales, para que cada vez más público se acerque a conocer la edición independiente, por ende no es solo que nosotros vamos a laburar con el signo político que nos caiga simpático.

S: ¿Cuál era el contexto hace doce años atrás cuando surge la feria de editores y cuál es ahora para esas mismas editoriales?

HLW: Nosotros desde el primer momento pensamos la feria desde una mirada de editor, que necesita vender. La feria creció mucho y las editoriales de la primera FED ahora están consolidadas o consolidándose. Por otro lado, hay muchas editoriales que no existían todavía y que por ahí son de los últimos diez años y se hicieron muy fuertes. Se me ocurren ahora rápidamente Chai, Fiordo, que estaba ahí empezando o Sigilo. Yo creo que había como una ebullición que explotó algunos años después. Y hoy es un ecosistema muchísimo más grande, de hecho hay más de 300 editoriales que participan de la feria. El desarrollo y el crecimiento que fueron teniendo las editoriales y los catálogos explica también el que la FED haya crecido tanto.

VM: Desde hace años que la FED hace una encuesta anónima a los editores y por eso nosotros sabemos que cerca del 85% de los editores que participan de la feria tienen otros trabajos. No viven de la venta de los libros y sabemos perfectamente, por el porcentaje de editores que responden, la media que tiene de venta cada mesa y cuál es el costo que tiene cada mesa. Y sabemos que es rentable para los editores y que funciona. Nosotros esperamos siempre que la feria tenga un crecimiento. El año pasado fue el primer año en la historia de la FED que se vendió menos que el año anterior, en promedio. Esperamos que este año se venda más.

S: Ustedes visitan muchas ferias de la región y conocen el mercado editorial de otros países ¿Cómo ven al ecosistema del libro en Argentina en ese contexto?

VM: Vuelvo a las políticas públicas porque claramente la diferencia está ahí. Si se ve el caso chileno, el mexicano y hasta en otra medida el colombiano (ni hablar del español) tienen un nivel de apoyo que nosotros no tenemos y no conocemos. Y esto no es querer vivir del Estado ni mucho menos, es entenderlo como un negocio, con una parte del aporte al PBI que esto genera a su vez ganancia y que haya un retorno. El primer punto para mí es ese. Lo que creo que nosotros tenemos a favor acá en el país es un nivel de lectores y lectoras súper interesantes, un nivel de mercado muy interesante y un nivel de edición que es reconocido en toda Latinoamérica. No sé si en el resto de los países, me animo a decir que no, hay la calidad, la variedad y la bibliodiversidad de editoriales independientes que tenemos acá en el país.

HLW: Un ejemplo de lo que dice Victor es la Furia del Libro en Chile. Es un hito y es un gran ejemplo de políticas públicas en el tiempo, sin importar el signo político de turno. Si hay un país donde eso fue siempre muy notorio es Chile. Izquierda, derecha, ultraderecha, Piñera, Bachelet o Boric, con mayores o menores críticas, pero siempre la mirada política en torno a la cultura estuvo muy marcada y creo que eso para un evento como la FED sería muy deseable. Una mirada más de largo plazo y no que cada vez que cambia una gestión tengamos que decir “Uy, ahora con quién me va a tocar hablar”.

Víctor Malumián y Hernán López Winne, fundadores de la FED, en las oficinas de Godot/Carbono.

S: Escribieron un libro en 2016 en donde se preguntan acerca de lo “independiente”. ¿Qué reflexiones realizan hoy sobre esa denominación? ¿Cambió algo?

VM: Tenemos una primicia para darte…

LW: En noviembre sale un nuevo libro, por Fondo de Cultura Económica, que es sobre el tema de las tiradas. Con la misma lógica de “Independientes de qué”, es decir con entrevistas a editoras y editores, ya de editoriales más grandes, con gran volumen de tirada y de ventas.

VM: Si en “Independientes ¿De qué?” nos centramos en editoriales muy pequeñas y vimos todo lo que tenían que haber hecho desde que arrancaron hasta que se establecieron, los errores que cometieron en el medio, acá fuimos a un segmento de editoriales un poco más grandes. Cómo calculan, cómo piensan la tirada inicial, las reimpresiones de los libros, la manera de seguir la evolución de las ventas. El antes, el durante y después. Qué pasa cuando va muy bien la impresión y hay que reimprimir, qué pasa cuando estuvo mal el cálculo de ejemplares.
Con respecto al término “independiente” yo veo dos cosas. Una es el orden de los factores: el editor independiente publica lo que le gusta y sale al mercado a buscar otras lectoras y lectores que son del mismo gusto, en cambio una editorial, vamos a llamarla una entidad que no es independiente, está más mirando qué necesita el mercado y publica en consecuencia. Y no digo ni que es bueno ni es malo. Y después hay un segundo parámetro que me parece que es la forma de relacionarse con la gente que trabaja y orbita cerca de esa editorial. Si te comportas de una forma amena, como si fueran colegas, o si son formas más extorsivas de trabajar, una lógica de mercado más implacable. Ahí tenés dos variables.

S: ¿Qué problemáticas ven necesarias de resolver en la industria editorial? ¿Qué gestiones o innovaciones creen que mejorarían al sector?

HLW: Un tema que hemos hablado mucho, y en algún momento hasta hubo alguna propuesta, en un país con territorio tan grande, es que la distribución es muy ineficiente y carísima. En algún momento se había llegado a hablar con el Instituto del Libro, hacer como centros, como si te dijera en Rosario y en otras ciudades, que consolidaran los envíos. Estaría buenísimo encontrar maneras para hacer eso más eficiente y menos costoso, porque realmente es muy costoso. Y para mí otro gran problema es que, al no ser el libro un producto de primera necesidad, muchas veces estamos todo el tiempo mirando el tema de los precios como para decir ‘che, no subamos tanto’ porque en crisis es lo primero que se restringe. Y creo que ese es un gran tema porque ves que los costos van subiendo y el precio de los libros está muy achatado y después, claro, te termina ahorcando. Y eso me parece que es algo que hay que atender.

VM: Yo veo tres temas: distribución, papel y políticas públicas en la lectura en la primera infancia. Es decir, empezar a generar lectoras y lectores con mediación. Y eso pensado como una forma de qué tipo de ciudadanas y de ciudadanos queremos a futuro. Te diría más, si se soluciona la tercera, que son las mediaciones y se generan más lectoras y más lectoras y lectores, probablemente por el volumen de venta todo lo demás se arregle. Digo, porque si tenés que mandar mucho más libros a la otra punta del país, aunque los costos sean caros, el negocio cierra. Ahora no nos cierra por ningún lado. Lo que pasa es que este tipo de cosas, como no ganan votos, no se ven. No tiene interés.

La FED 2025 se realiza del 7 al 11 de agosto en el Complejo C (Av. Corrientes 6271), de 14 a 20hs. Participan más de 330 editoriales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Uruguay y España. En esta edición habrá 13 charlas que abordarán temas como: escribir pese al dolor, la forma en que los videojuegos están cambiando el mundo, el feminismo en tiempos de ultraderecha, la música como potencia creativa en la narrativa latinoamericana, cómo se narra la identidad colectiva, la poesía es lo que está sucediendo, entre otros.  

Las visitas internacionales serán la escritora lituana-británica Marijam Didžgalvytė; la autora mexicana Socorro Venegas y la poeta, cantante y compositora brasileña Tatiana Nascimiento. Entre las autoras y los autores nacionales se destacan Dolores Reyes, María Sonia Cristoff, Pablo Semán, Verónica Gago, Edgardo Scott, Juan Mattio, Paula Puebla, Juan Ruocco, Walter Lezcano, Gustavo Yuste, entre otros.