
María Negroni, Residencia de Estudiantes de Madrid, octubre 2025. Rocío Wittib
La noche del jueves 9 de octubre María Negroni caminó por las calles de Madrid, de Tirso de Molina a la Residencia de Estudiantes, rondando la oscuridad en la ciudad extranjera, a la deriva de sí misma por un camino desconocido, remontando la noche como un río tenebroso, como si fuera ella misma uno más de los seres que habitan ‘Museo negro’ (WunderKammer, 2025), el libro que acaba de presentar en España.
Poeta, ensayista, narradora y docente, Directora de la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF, María Negroni (Rosario, 1951) es autora de los libros de poesía ‘Arte y Fuga’, ‘Escenas de lenguaje’, ‘Interludio en Berlín’, ‘Exilium’, ‘Archivo Dickinson’ y ‘Oratorio’, entre otros, como así también de los ensayos ‘El testigo lúcido’, ‘Galería Fantástica’, ‘La idea de lo natural’ o ‘Colección permanente’ y de los artefactos de ficción ‘El sueño de Úrsula’, ‘La Anunciación’ y ‘El corazón del daño’.
Obtuvo las becas Guggenheim y Fundación Octavio Paz en poesía, el Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI, dos Premios de la ciudad de Buenos Aires en 2021 y la beca del DAAD Programa Internacional de Artistas en Berlín 2024/2025. Además, su libro ‘Islandia’ recibió, en su versión en inglés, el Premio al Mejor Libro de Poesía en Traducción del año del PEN American Center (Nueva York, 2002) y su último libro de poemas, ‘Utilidad de las estrellas’ (Pre-Textos, 2024), recibió el Premio Margarita Hierro (Ayuntamiento de Getafe). Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués.
La editorial Wunderkammer publicó en el pasado mes de septiembre ‘Museo negro’, un texto donde Negroni explora obras, personajes y el imaginario de la literatura gótica. A través de 24 ensayos organizados en 6 capítulos, la autora traza un recorrido que la lleva a preguntarse ¿qué es la poesía?
Publicado originalmente en Argentina en 1999 por Editorial Norma y también recogido en el volumen ‘La noche tiene mil ojos’ (Caja Negra, 2015), ‘Museo negro’ se edita en España dentro de la colección de ensayos breves contemporáneos Cahiers, la misma donde Wunderkammer publicó en 2023 el libro ‘Pequeño mundo ilustrado’ de la misma autora.

La presentación tuvo lugar el pasado jueves en la librería Enclave de Libros, en el barrio de Lavapiés. Con presencia de la editora, Elisabet Riera, quien dedicó unas palabras al inicio del encuentro y agradeció los descubrimientos que a través de los libros de Negroni la llevaron a editar algunos títulos para su propio catálogo.
Al fondo de la librería, todas las sillas puestas para la presentación se ocuparon. El público, diverso y respetuoso, escuchó a la autora con atención.
En conversación con la autora, la periodista y escritora Esther Peñas, comenzó hablando del libro como “catedral y jardín” y llegó a la conclusión de que ‘Museo negro’ puede leerse como una poética de María Negroni. A lo que autora respondió que sí, que de alguna manera “el libro es también una trampa para tratar de entender lo que es la poesía”.
Después de la charla entre la autora y la periodista, se abrió el micrófono a los asistentes, y se hizo silencio pero Negroni se puso de pie, en un impulso performativo, y rompió la timidez del público. Micrófono en mano, vivaz, cercana y jovial, respondió a los comentarios del librero Pino Maio, que arrojó unas palabras para ampliar el diálogo. Después de los aplausos, se armó una fila para la firma de ejemplares y cada quien esperó pacientemente para acercarse a la autora e intercambiar unas palabras.
“Para mí es muy raro hablar de este libro ahora porque es mi segundo libro de ensayo, el primero fue ‘Ciudad gótica’, se trata de un texto que está en mis comienzos”, dijo la autora a Señalador al día siguiente de la presentación en un balcón de la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde se alojó durante su estancia en Madrid.
“El libro hace una especie de paseo por la literatura clásica del gótico, que es una literatura muy estructurada, que tiene tópicos recurrentes, que es muy fácil darse cuenta de por qué es una novela gótica. Tiene elementos que se repiten, el agua, el castillo, los seres marginales medio depredadores, la noche, y por lo general, al final de la historia se derrumba el castillo o se quema la casa”.
“Esto me empezó a fascinar porque todo eso surge al mismo tiempo que está en auge lo que conocemos como el iluminismo, el siglo de la luces, de la razón, del optimismo, la confianza en que el hombre, como decíamos en los ‘70, puede ser un hombre nuevo. Toda esa época preparativa, de los filósofos que pensaron la revolución francesa que funda la modernidad. Y ahí se produce una paradoja, porque está por un lado, toda esta construcción de un mundo de fe en la razón, y por otro lado, una especie de producción subterránea diría, que está diciendo, saben qué, eso que ustedes plantean no es tan así. Adelantándose o repitiendo lo que había dicho Goya, aquello de que la razón engendra monstruos”, afirmó Negroni.

De alguna manera, los escritores góticos nos recuerdan que lo que llamamos humano, no solamente es la razón. “Nosotros somos una mezcla entre razón y locura, entre día y noche, entre cuerpo y mente. Yo pienso que el gótico es una especie de grieta en el costado del iluminismo que viene a decir, miren, no, se están dejando afuera la mitad de lo que somos. Es importante tomar en cuenta esta otra mitad porque somos todo. Y me parece que la literatura gótica de alguna manera viene a traer lo que trae la poesía, porque la poesía también es disidente. La poesía también viene a decir que no podemos tener un sentido único. Si tuviéramos que definir la poesía, diría que es la antítesis del pensamiento autoritario que viene a decir es blanco y negro. La poesía es el reino del matiz, de la ambigüedad, del error, de la ceguera, de lo que no sabemos. Todo eso es poesía, entonces yo encontré ahí un modo de entrar a reflexionar sobre la poesía”, expresó la autora.
También aseguró que “muchos de los poetas, por ejemplo, Baudelaire, le rezaba todas las noches a Edgar Alan Poe, era como su dios, y lo tradujo a Poe. Entonces ves la conexión entre el primer poeta de la modernidad traduciendo a un escritor de literatura gótica norteamericana. Oscar Wilde también, perseguido por homosexual se fue a Francia y utilizó un nombre falso que era el de un personaje de una novela gótica que se llamaba Melmoth (Melmoth el errabundo, de Charles Robert Maturin). Con ese nombre entró a Francia. Hay muchas conexiones entre esos escritores que son los que después retoman los románticos alemanes, después los surrealistas y las vanguardias. Hay toda una corriente, que sería fácil llamarla negra pero no es negra, es una corriente disidente que es la poesía misma. Dentro de todos los géneros literarios, el género más disidente por esencia, es la poesía. Siempre se ha opuesto al poder, siempre. A diferencia de la narrativa. Las novelas cuando son muy buenas también, pero es una rareza. Y en este momento más, porque hay mucha presión del mercado literario, de lo que se espera que sea una novela. El poeta es como un cazador ciego que persigue un animal invisible”, reflexionó Negroni.
S.: Decís que tu acercamiento a la literatura gótica es para posibilitar pensar el poema. ¿Cómo pensás la poesía desde el gótico?
M. Negroni: Tomemos una trama, por ejemplo, la de ‘La condesa sangrienta’ escrita por Valentine Penrose y reescrita por Alejandra Pizarnik. Hay un castillo, que es el edificio de la razón. El edificio tiene dos coordenadas, una vertical porque la condesa que vive arriba y baja a los lavadores que es donde tortura y mata a otras muchachas para bañarse en la sangre de las asesinadas. El otro eje de movilidad de la trama es el horizontal donde ella vive durante el día. Ella es descubierta y aparece el grupo de la luz, que siempre es un cura, un abogado, un militar, las fuerzas del orden que entran al castillo, le hacen un juicio y la castigan encerrándola en la torre. Uno podría leer esto y decir, en realidad es una asesina, pero si se empieza a hurgar, se podría decir que la novela cuenta el mundo interior de una poeta. Se podría interpretar que todas las chicas que ella mata son ella misma, no hay un otro. A una de las chicas a las que mata en medio de un camino nevado en Hungría, la desnuda y le empieza a tirar agua helada, la chica se queda gritando desnuda en un bosque blanco. Yo siempre tuve la impresión de que podría ser una estatua esa chica que está ahí puesta para la contemplación. Y me preguntaba, ¿no sería eso como un poema? Hay una muerte que tiene que ocurrir dentro del artista. Porque en realidad se podría leer que es una parte de la condesa misma esa muchacha y que queda ahí, que sería el poema escrito, es decir, el poema muerto. Lo escribió y se congeló en una obra y está ahí para que la pasen a ver los lectores, pero es un desgarramiento de la propia poeta.
S.: Decís que los personajes que analizas en ‘Museo Negro‘, se parecen a los poetas. ¿En qué dirías que te parecés vos a estos personajes como poeta?
M. Negroni: En muchísimas cosas porque a mí me parece que la poesía se escribe desde la carencia, desde lo que se perdió, si uno no hubiera perdido nada, no escribiría poesía. La poesía tiene que ver con lo que falta. Todos estos personajes son marginales que no funcionan bien en la sociedad civilizada convencional. Tienen exacerbada la sensación de carencia, de no pertenecer, de estar aislados del mundo. Drácula vive solo, pobrecito, me da mucha pena ese personaje —ríe—. El propio Capitán Nemo, con una especie de ausencia femenina pero que está hiperpresente porque no hay mujeres en el Nautilus pero el vive en el fondo del mar como si fuera un enorme útero materno. Son seres asociales, solitarios, un poco misántropos, nocturnos que tienen una especie de apego por el misterio. Yo me identifico mucho con todo esto.

María Negroni, Residencia de Estudiantes de Madrid, octubre 2025. Rocío Wittib
S.: En relación a algunos de tus textos, dijiste en una ocasión que la hibridez es el resultado aunque no una búsqueda, ¿cuál es la búsqueda?
M. Negroni: La escritura no tiene género. Es arbitrario que alguien diga esto es poesía, esto es ensayo, o hay escritura o no hay escritura. La escritura es una especie de cortocircuito que se da dentro del lenguaje. Vos podés estar leyendo una novela, un ensayo o un poema y ese cortocircuito se da o no, el poema puede fracasar. Ese cortocircuito es un momento donde el lenguaje se aleja de tal manera de lo convencional que produce un efecto de asombro. Abre una especie de abismo. Te produce un sobresalto. Eso es lo que busco. No creo en los géneros. Todo lo que vale la pena es poesía de cualquier género. Lo que me pasa es que si me dan un libro, sea de lo que sea y lo que predomina es la métrica, la trama, por lo general, me aburro. Es decir, me interesa el lenguaje.
En su paso por España, Negroni también participó en la VI edición del Festival de Cultura Latinoamericana en Barcelona organizado por la librería Lata Peinada, celebrado del 7 al 11 de octubre, donde conversó con Jorge Carrión sobre ciudades, literatura y memoria. En la misma ciudad mantuvo un diálogo con los participantes del club de lectura de la librería La Malinche. Y en los próximos días estará presente en el festival de poesía NUDO Madrid 2025, que se llevará a cabo del 22 al 25 de octubre.
