La primera edición tendrá lugar el domingo 2 de noviembre 17:30 en Flores Negras, un vivero del barrio porteño de Villa Urquiza, ubicado en Tamborini 4401. La editorial invitada será Godot y la degustación estará a cargo de la destilería de gin Sinestesia.

En su manifiesto, Silencio se presenta como “una comunidad de lectores que irá creciendo y transformándose con cada encuentro, un momento compartido con otros y otras lejos del ruido, y una pausa, una tarde analógica, un ritual de lectura”.
Durante el encuentro, se apagan o silencian los celulares, cada participante lleva su libro (o elige uno de la biblioteca itinerante de Silencio), leen durante 40 minutos en silencio, se comparte una degustación (que en el primer encuentro será de gin tonic auspiciado por Destilería Sinestesia). Luego, una editorial invitada presenta su catálogo y ofrece ejemplares con descuento.
“La curaduría de las editoriales y la elección de los lugares donde nos reunimos forman parte de la propuesta. Buscamos que entre ambos haya alguna afinidad, una resonancia que acompañe el clima de lectura. Cada encuentro incluirá también una breve actividad opcional para dejar registro de lo leído. La charla entre lectores y lectoras será libre, espontánea, durante la degustación”, contó a Señalador la co-organizadora de los encuentros, Julieta Brenna, junto a Hannah Leyro Díaz.
Silencio no tiene redes: se difunde de boca en boca, a través de mensajes personales y de tarjetones repartidos en distintos puntos de la ciudad. El espíritu del proyecto es que la comunidad de lectores crezca poco a poco, entre amigos, amigas y conocidos, y que se vayan sumando, además, aquellas personas que se pregunten de qué se trata la propuesta cuando leen por ahí: “Silencio, gente leyendo”.
Al cierre habrá un pequeño souvenir y una pista sobre el siguiente encuentro.
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